Para realizar la actividad nos acercaremos hasta el parque de Posets-Maladeta. Pasado Benasque, continuaremos por la A-139 hasta casi el final de la misma donde se encuentra (a mano derecha) el desvío hacia el Hospital de Benasque. Se trata de una pista hormigonada que desciende paralelo al valle. Encontraremos antes de llegar al hospital, un Parking a la izquierda, donde dejaremos el coche. Allí, como casi siempre para estas fechas, se encuentra cortada la pista asfaltada que llega al Hospital (al estar "completo" el parking de éste), con lo que deberemos añadir unos cientos de metros más a nuestra excursión aunque sin poder calzarnos las raquetas. Esta es, sin duda, la excursión mas conocida y concurrida de esta zona del Valle.
ITINERARIO:
Como bien he dicho los primeros cientos de metros los deberemos realizar sin calzarnos las raquetas puesto qur deberemos caminar por pista asfaltada hasta el divío del hospital con la Besurta, donde en invierno, estas pistas se convirten en pistas de esquí de fondo o alpino. Una vez en las pistas blancas, nos calzamos las raquetas (que aunque la nieve de las pistas está pisada no hacen mucha falta, pero la ilusión es la ilusión...) y caminamos siguiendo la pista hasta la Besurta. Habremos pasado anteriormente por delante del ibón del Pllan de Estañ y por el refugio del Pllan de Estañ.
Ahora caminamos por sendero, que inicialmente comparte el itinerario con el que se dirije al Forau dels Aigüalluts. Ahora sí. Las Raquetas comienzan a desempeñar su verdadera función. Tal y como vamos ascendiendo, la nieve se torna mas dura. La verdad es que es una , mañana en la que esta haciendo bastante frio. Llegamos al desvío con la Renclusa. Su trazado en invierno no tiene absolutamente nada que ver con el sendero de las temporadas calurosas.
Se trata de un trazado directo y mucho mas decidido que transcurre a unas cuantas decenas de metros del tortuoso sendero estival. Baja bastante gente que habrán pernoctado en el refugio. Bajan con los crampones calzados, y la verdad es que el sendero de nieve esta bastante duro, así que opto por caminar paralelo a el con el objeto de que las raquetas desempeñen su función...
Llegamos a una zona algo mas llana que nos va a ofrecer un pequeño respiro por un momento, pero enseguida el sendero, casi recto asciende vertiginosamente entre la nieve.
De nuevo un pequeño rellano, desde el que ya podemos divisar el monolito con los cuatro puntos cardinales de la esplanada de la Renclusa. Solo nos queda este ultimo repecho, que me va hacer resoplar de lo lindo pero que a su vez permitirá ver cumplido mi objetivo de hoy: La Renclusa, casi oculta entre la nieve, con varios iglús a su alrededor.
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